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Escrito por: Alfonso Delgado Díaz
A pesar de que se encuentra bajo investigaciones por especialistas, falta comprobar su autenticidad. Se pone en duda su veracidad ante la ausencia de mayas en el estado de Tamaulipas y el poco desgaste que presenta. Los huastecos fueron la cultura que se desarrolló en el sur de Tamaulipas durante el posclásico y pudieron ser ellos quienes conservaron esta piedra, al tratarse de una civilización emparentada con los mayas, recordando que ambas culturas indígenas tienen grandes similitudes en su organización política, social, económica y arquitectónica. La piedra pudo ser creada por mayas y transportada a territorio huasteco, como producto de un intercambio intelectual entre ambas civilizaciones.
Investigadores teorizan que un grupo de mayas procedentes del sur de México, migraron a la región de la Huasteca, dando origen a la cultura huasteca en el periodo Clásico. Los huastecos tenían una cultura menos sofisticada que los mayas, pero con el paso de los siglos, su cultura de origen maya se fusiono con elementos de otros pueblos como los toltecas y mexicas. Tiene mucho sentido que una piedra con simbología maya, haya sido descubierta en Llera, Tamaulipas, por las migraciones mayas a la huasteca desde el siglo II d.C. y la influencia cultural, religiosa y artística que recibieron los huastecos por parte de otras civilizaciones mesoamericanas.
La piedra con simbología maya de Tamaulipas, puede representar uno de los tantos intentos de avances hacia el norte por parte de los mesoamericanos. Las culturas de Mesoamerica han intentado extender su civilización en Aridoamérica durante siglos, pero los pueblos nómadas no lo permitían, y los climas extremosos no eran propicios para el desarrollo de la agricultura, por eso las evidencias mesoamericanas encontradas en el norte de México y sur de EUA son muy escasas. La espiral que muestra la piedra varía su significado dependiendo de la cultura. Para los mayas, la espiral simbolizaba el momento cero de su cosmología es decir, el solsticio de invierno, y dependiendo de la cantidad de vueltas de los espirales, se le relacionaban a elementos de la naturaleza. Falta mucho por indagar sobre esta interesante piedra, pero lo que más impacta fue su presencia en un territorio ajeno a las ciudades mayas.
Fuente:
- Asociación Tamaulipeca de Antiguedades y Coleccionistas ATAC
- https://books.openedition.org/cemca/367?lang=es
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